domingo, 17 de julio de 2011

No apareciste

Estaba sentada, en aquel parque esperando a que llegases. Eran exactamente las 4 menos cinco y estaba tan nerviosa que no podía ni sostener la carta en la mano, esa carta que había leído más de mil veces y que, en cada una de sus letras, me demostraba lo mucho que me amabas. Las lágrimas y los restos de carmín en el sobre demostraban la manera en que yo respondía a ese amor, mi gran amor.
Fueron los cinco minutos más largos de toda mi vida y, a pesar de que estaba muy nerviosa, deseaba que llegase el momento de verte, saber cómo sería tu rostro, saber si tu pelo sería liso o tendría esos bucles tan adorables como los de mi hermano. Tu voz, conocer tu voz era lo que más deseaba y, cómo no, que me besases con esos labios tan carnosos y tan apetecibles de los que presumías tantas veces.
Las cuatro. ¡Ya son las cuatro! Pero, don perfecto, déjame decirte que...enamoraste mi corazón, enamoraste a mi alma, a mi cuerpo, a mi mente y a todo el resto de mi ser. Te esperé durante mucho tiempo y...no apareciste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada día me motivas maaas!!! (K)

Next Day dijo...

A mi sí que me motiva que personas como tú sigan día tras día leyendo lo que escribo. Eso para mi es un verdadero honor.
¡Muchas gracias!