Es en el último momento del día, cuando la esfera blanca deja ver su rostro, cuando mi corazón se queja del dolor y necesita cariño. Es en ese momento cuando todos los malos pensamientos se apoderan de mi y mi única escapatoria es valorar, meditar, llorar. No elegí esta especie de "super poder", juraría que fue él quién me eligió a mi y aún, desconozco el motivo.
Ello me hace meditar aún más, a pesar de lo que pueda causarme un llanto inigualable a momento alguno, muchas otros corazones derraman su vida, dejando atrás personas que las aman, corazones que darían su sangre por ellos y, es entonces cuando mis lágrimas se secan, mis pensamientos se disuelven, mis ojos se cierran y mis sueños, comienzan.
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