Explícame por qué te has hecho tan imprescindible en mi vida, por qué no puedo estar dos días seguidos sin oír tu voz o ver tu dulce rostro. Dime por qué siempre estoy dispuesta a darlo todo por ti, si ya no puedo sentirme segura de algo sin saber tu opinión, si ya no me arreglo sino para que puedas decirme lo guapa que estoy, si ya no respiro sin saber si tu estás bien, si lo nuestro está bien.
No entiendo el por qué, pero, puede que sea por que no paras de darme cariño, de escucharme, de atenderme, de sentirme, de amarme. Sí, tal vez sea eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario