martes, 3 de mayo de 2011

Contigo

¿Por qué me miras así? ¿Yo? Sí, tú. Ah…nada, estoy pensando. ¿En qué? En todas las cosas que podríamos hacer ahora mismo. ¿El qué? Cuéntamelas. Pues, para empezar, podría acostarte sobre esa cama, quitarte la ropa delicadamente mientras te beso en el cuello, o tal vez la oreja, aún no lo tengo claro. Quisiera observar tus labios, encontrar algún hueco, por mínimo que sea, por donde pueda saborear con la ayuda de mi lengua los fluidos de tu boca. Tumbarte en esa cama y hacer que digas mi nombre una y otra vez, sentir tu cuerpo junto al mío, sentir cómo late tu corazón, cómo suspiras en mi oído. Podría llevarte a algún lugar en el infinito que aún no conozcas. Llevarte por un camino de rosas esparcidas sobre el suelo que pisarán nuestros pies al lugar donde el agua caiga sobre nosotros, mientras nos amamos, sin olvidarnos de mostrar con la mirada el deseo que nos lleva a estar juntos. Sentarnos uno frente al otro en la bañera mientras el agua con espuma se encarga de relajar nuestros músculos, nuestra pasión, y el aroma a vainilla ambienta el lugar. Tumbarnos en la cama que conformará el espacio donde nuestros mejores sueños se van haciendo, poco a poco, realidad.

No hay comentarios: