Cualquiera de los días en que me levanto de mi cama, lo primero que mi cerebro me desvela es tu rostro, tu cara sonriente, tus dientes perfectos, tus labios carnosos, tu pequeña nariz o tu verdosos y hermosos ojos. Da igual la hora, el día, el lugar o si me despierto bien o mal, yo siempre veo tu rostro en mi mente al despertar.
Más, he de confesarte, que esos días en que podemos experimentar la sensación de despertar juntos, me siento mejor, ya sea por saber y poder darme cuenta al instante de que te tengo a mi lado o porque a mi cerebro le cuesta mucho menos imaginarte. Sea por lo que fuese, es una sensación de lo más placentera.
Por y eso y, aunque no lo creas, he insistido mucho para que decidas dormir junto a mi, por mero placer porque, no se si te has dado cuenta pero, te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario